
Seguro que ya te has dado cuenta del papel tan importante que juega la alimentación en tu salud y en tu calidad de vida.
Si es así, es muy probable que quieras conocer las claves para empezar a comer mejor.
Igual te da miedo porque piensas que una alimentación saludable consiste en comer monótono, soso y aburrido. Quizá has oído que tendrás que:
- Hincharte a lechuga.
- Cenar verdura hervida o al vapor.
- Comer pechuga a la plancha y merluza.
- Despedirte de los hidratos de carbono.
- Comer pocas grasas.
- Decir adiós al chocolate, a los helados, etc.
- Renunciar a cenas con amigos, comidas familiares y otros eventos.
- Pasar hambre.
¡Qué pereza! Nada más lejos de la realidad.
Alimentarse de forma saludable no significa estar a dieta ni sufrir con la comida. Significa aprender a disfrutar con la comida real.
Y si no te lo crees, puedes echar un vistazo a las comidas que comparto cada día en Instagram. Como podrás comprobar, no sufro mucho comiendo…
¿Qué no sabes por dónde empezar? ¡Normal! Nadie nace sabiendo… Por eso te voy a descubrir las claves para que puedas empezar a cambiar tu forma de comer, y a la vez aprendas a disfrutar con la comida real. Pero vamos a empezar por lo fundamental.
Principios básicos de una alimentación saludable
Te voy a dar una alegría. Ya puedes olvidarte de grasas, de carbohidratos, de proteínas y de contar calorías. Porque comer saludable no se centra en nada de esto; se centra en los alimentos.
En realidad, llevar una alimentación saludable es tan sencillo que te lo puedo resumir en tres puntos:
- Debe basarse y ser variada en alimentos reales
- Desterrar los ultraprocesados y los procesados poco saludables
- Y dar el mayor protagonismo a las verduras
¿Y si busco perder peso? ¡También! Cualquier estrategia saludable de pérdida de peso empieza por aquí, como explico en el curso de Perder peso con comida real.
¿Qué son los “alimentos reales”?
Cuando hablo de alimentos reales me refiero a las materias primas (frutas, verduras, legumbres, tubérculos, carnes, pescados, huevos, etc.).
Se trata de alimentos completos, que apenas han sufrido cambios desde su origen hasta que llegan a tu carro de la compra.
Por lo general no llevan “lista de ingredientes” porque ellos son el único ingrediente de ese alimento.
La mayoría son productos frescos (perecederos, caducan pronto), o que han sufrido un procesamiento mínimo (fermentación, maduración, congelación, pasteurización, conservas, etc.).
Por lo tanto, estos alimentos conservan prácticamente intactos sus nutrientes, propiedades y efectos para la salud.
Si quieres saber cuáles son, puedes echarle un ojo a este artículo en el que te detallo todos los alimentos reales.
¿Qué son los “productos ultraprocesados”?
No, lo contrario a los alimentos reales no son los “alimentos imaginarios”; son los productos ultraprocesados.
Estos productos no son alimentos completos, sino mezclas de ingredientes.
Las materias primas de las que proceden han sufrido múltiples transformaciones y procesamientos hasta convertirse en el producto que metes en tu carro.
Están envasados y llevan largas listas de ingredientes en sus etiquetas. Muchos de ellos hasta difíciles de pronunciar.
Les añaden o quitan cosas para que creas que son más saludables y llamar tu atención (sin azúcar, sin gluten, sin lactosa, sin grasa, 0%, zero, 0,0%, con vitaminas, con minerales, con omega 3…). Pero no lo son.
Además, resaltan bien grande en sus etiquetas estas “propiedades saludables” con mensajes atractivos (como que es bueno para la línea, el corazón o las defensas). Que, por cierto, son falsos.
No son productos frescos. Son poco perecederos y suelen tener fechas de caducidad lejanas.
Durante el procesamiento al que se someten las materias primas utilizadas para su fabricación se pierden sus nutrientes y propiedades, y se generan sustancias perjudiciales.
Estos productos tienen efectos negativos para la salud a muchos niveles: Su consumo se relaciona con problemas digestivos, metabólicos y con alteraciones de la conducta alimentaria entre otros. Pero profundizaremos más en esto otro día.
Si quieres saber cuáles son, puedes echarle un ojo a este artículo en el que te detallo todos los productos ultraprocesados.
¿Qué son las verduras?
Las verduras son el nexo común de cualquier estilo de alimentación saludable.
Da igual si tu dieta es mediterránea, paleolítica, cetogénica o vegana. Las verduras siempre deberían estar en la base de tu pirámide.
No importa la cantidad de comida que lleve un plato, si no tiene verduras para mi está vacío.
Una buena estrategia es que pensar siempre en ellas primero a la hora de componer tus platos, y que constituyan más del 50% de los mismos. Porque las verduras no son la guarnición, el acompañamiento o el adorno del plato; son las verdaderas protagonistas del mismo. En este otro artículo profundizo más en cuánta verdura hay que comer al día.
¡Hay un truco muy sencillo que te ayudará a darles el protagonismo que se merecen! Consiste únicamente en darle la vuelta al nombre de tus platos (y a su proporción de ingredientes claro):
- Si hasta ahora comías pollo con verduras, ahora puedes pasar a comer verduras con pollo
- Que antes hacías lentejas con verduras, pues ahora puedes hacer verduras con lentejas
- Si cocinabas arroz con verduras, ahora puedes cocinar verduras con arroz
¿Notas la diferencia? 😉
Pero tranquil@ si no te agradan demasiado… En este otro artículo te cuento lo que puedes hacer si no te gustan las verduras.
Estos principios básicos son los cimientos; la base que necesitas para empezar con buen pie tu camino hacia unos hábitos y estilo de alimentación saludables. Pero son sólo el punto de partida. Aún queda mucho camino por delante, muchas cosas por aprender y descubrir…
¿Quieres seguir caminando? Puedes echarle un vistazo al curso de Introducción a la comida real en el que descubrirás las claves para comer saludable sin volver a hacer dietas.
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