Te dejo la quinta clase del curso de Cómo comer fuera de casa, en el que aprenderás a desenvolverte en cualquier comida o cena que hagas fuera, a la vez que disfrutas y mantienes un patrón de alimentación saludable.
Una de las grandes “enemigas” de una buena alimentación es nuestra vida social. Las comidas familiares, las cenas con amigos… son circunstancias que nos dificultan bastante las cosas. Sobre todo si son algo muy habitual y frecuente en nuestra vida.
Sin embargo, el encerrarnos en nuestra casa, buscar excusas para no quedar con los amigos o evitar esas comidas familiares no es la mejor estrategia. Una dieta que nos obligue a esto va a deteriorar nuestras relaciones y nuestra calidad de vida. Por lo tanto, antes o después la acabaremos abandonando.
Por este motivo, para que nuestra vida social no se vea afectada, es fundamental saber adaptar nuestra forma de comer a esas situaciones y compromisos. Es decir, no consiste en limitar y condicionar nuestra vida a una dieta, sino en hacer compatible una alimentación saludable con nuestra vida.
Comer fuera por compromisos sociales o familiares
En la clase de hoy vamos a aprender unas cuantas técnicas muy útiles para amortiguar y minimizar el daño que esas comidas o cenas de compromiso social puedan tener sobre nuestra alimentación.
A lo largo de clase iremos viendo cuál es la mejor estrategia que podemos aplicar dependiendo de las diferentes situaciones. Si salimos de tapas, si vamos a un restaurante de comida internacional (italiano, japonés, chino…) o incluso si no tenemos más remedio que ir a un sitio de comida rápida.
Finalmente, os contaré unos cuantos trucos para afrontar esas comidas familiares sin que “nadie salga herido”… ¡Y sin que tu abuela se lleve un disgusto por no probar su bizcocho!
Aquí tienes la videoclase:
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Bueno, pues ya has visto que no consiste en no salir de casa, en abandonar a tu grupo de amigos o en ser el raro que se lleva su tupper a un restaurante.
Como te he contado en el vídeo, a veces, simplemente con un poco de iniciativa ya tienes la mitad del trabajo hecho. Si eso lo complementas poniendo en práctica los trucos e ideas que has aprendido en la clase podrás mantener un patrón de alimentación globalmente saludable a la vez que una vida social plenamente satisfactoria.
Y si quieres seguir aprendiendo estrategias para comer fuera de casa, te espero en la próxima clase en la que nos iremos… ¡A un buffet libre!