Aquí tienes la séptima clase del curso de cómo mejorar las defensas en el que estás aprendiendo qué alimentos, suplementos y hábitos te ayudarán a fortalecer tu sistema inmune.
Habitualmente asociamos los beneficios de la exposición solar exclusivamente a la producción de vitamina D.
Sin embargo, el sol es mucho más que vitamina D. Y todos sus efectos no son reemplazables por un suplemento.
Pero ojo, para que el sol sea un aliado para nuestras defensas debemos saber cómo hacer una exposición solar adecuada para obtener sus ventajas sin que nos perjudique.
Exposición solar para mejorar las defensas
En esta clase vemos cómo llevar a cabo una exposición solar adecuada para obtener vitamina D y reforzar nuestras defensas.
Aquí tienes la videoclase:
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Como has podido comprobar, el sol juega un papel muy importante para fortalecer el sistema inmune, tanto por ser la principal fuente de vitamina D (que es imprescindible para el correcto funcionamiento y regulación del sistema inmune), como por su efecto beneficioso sobre la barrera defensiva de la microbiota (cutánea e intestinal), como por su efecto sobre la producción de melatonina y la mejora de la calidad del sueño, como por su papel sobre la inflamación crónica y sobre el estrés crónico.
Aunque los beneficios de la exposición solar van mucho más allá de la vitamina D, en ocasiones puede ser necesario suplementar con vitamina D si nuestras circunstancias nos impiden conseguir la dosis necesaria solo con el sol.
Pero como siempre, el sol es bueno solo si la exposición solar se hace de manera adecuada.
Por desgracia, nuestro ritmo de vida nos lo pone bastante difícil y el patrón de exposición solar que solemos llevar a cabo puede ser más contraproducente que beneficioso.
Aunque si has visto el vídeo, ya sabrás cómo hacer que tu exposición solar sea óptima para la producción de vitamina D y para fortalecer tus defensas (o al menos para no perjudicarlas).
En la próxima clase hablaremos del talón de Aquiles de nuestro sistema inmune: el estrés. Aunque probablemente te sorprenda escuchar que el estrés no siempre es malo para las defensas y que podemos utilizarlo para reforzar nuestro sistema inmune. ¿Te has quedado de piedra? ¡Pues no te pierdas la próxima clase!