Aquí tienes ya la octava clase del curso de cómo mejorar las defensas en el que estás aprendiendo qué hacer para tener un sistema inmune sano y fuerte.
¿El estrés es malo para las defensas?
Probablemente me responderás que sí… ¡que el estrés es malo para todo!
Y, aunque tienes parte de razón, y el estrés puede ser el mayor debilitador de nuestras defensas, también puede ayudarnos a reforzarlas ¿¿Cómo?? ¿Qué me estás contando?
Sí, el estrés utilizado de manera adecuada puede ser un buen aliado para fortalecer nuestro sistema inmune. Por eso es importante conocer qué tipos de estresores pueden perjudicarnos y cuáles beneficiarnos.
Estrés para las defensas
En esta clase vemos qué tipos de estresores debilitan nuestras defensas y cuáles las fortalecen. De esta manera podremos saber cómo utilizar el estrés para mejorar nuestro sistema inmune.
Aquí tienes la videoclase:
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¿Qué te ha parecido? ¿Curioso verdad?
Siempre pensamos que el estrés es malo y que debemos evitarlo a toda costa… ¡Y sin embargo puede ser necesario para tener un sistema inmune fuerte y eficaz!
La realidad es que no someternos a ningún estresor nos hace más débiles y también a nuestras defensas.
Pero el tipo de estresor y sus características son clave. No todo vale.
En función del tipo de estrés al que nos sometamos obtendremos un efecto positivo o negativo para nuestro sistema inmune.
En el vídeo has podido ver ejemplos concretos de estos estresores y cómo utilizarlos para reforzar nuestras defensas.
La próxima clase la dedicaremos a nuestras barreras defensivas, esa primera línea de defensa que es fundamental para reducir la entrada de agentes extraños. Veremos que las perjudica y qué podemos hacer para conservar su integridad. Así que si te interesa ¡Allí nos vemos!