Ya tienes aquí la quinta clase del curso de planificación de menús semanales en el que te enseñaré a diseñar un menú completo y saludable, adaptado a tus gustos, a tu vida y a tus circunstancias.
Como vimos en la clase del tamaño del plato, del curso de Introducción a la Comida Real, uno de los puntos importantes para que la alimentación sea saludable es que sea variada. Sin embargo, a veces no nos damos cuenta, pero por inercia o por falta de ideas acabamos comiendo siempre el mismo tipo de alimento. ¿Acaba la semana y has comido pollo 4 días? ¿Se te ha olvidado comer pescado? ¿No sabes cuántos días has comido legumbres?
Por este motivo, una planificación del menú semanal es esencial para asegurarnos de que nuestra alimentación es completa y variada, e incorpora a lo largo de la semana alimentos de todos los grupos de una forma equilibrada y bien distribuida.
Cómo hacer una distribución semanal básica
En la clase de hoy vamos a crear el esqueleto de nuestro menú semanal. Para ello vamos a distribuir a lo largo de la semana el componente de proteína del plato, utilizando e incorporando todos los grupos de alimentos ricos en proteínas que tenemos a nuestra disposición.
Primero repasaremos cuáles son todos esos alimentos reales ricos en proteínas, y después aprenderemos a distribuirlos de la mejor manera posible, para asegurarnos de que nuestro menú sea completo, variado y saludable.
Finalmente veremos cómo puedes adaptarlo a tus gustos, alergias, intolerancias… o si tu estilo de alimentación restringe alguno de estos alimentos proteicos (por ejemplo, si no comes carne).
Aquí tienes la videoclase:
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Ya has visto que esta clase ha sido poca teoría y mucha práctica.
Si te has descargado la planilla que te he dejado en el enlace de debajo del vídeo, y has ido rellenándola a la vez que yo durante la clase, ya tendrás hecha la distribución semanal básica de tu menú.
Te adelanto que esta ha sido la parte más difícil, porque tienes que tener en cuenta todos los factores que van a condicionar el tipo de plato y elaboración que mejor se adapta a tus circunstancias. Pero gracias a todo lo que has ido haciendo en las clases anteriores seguro que te ha resultado mucho más fácil.
Una vez que la tengas hecha, guarda esta distribución semanal como oro en paño, porque podrás reutilizarla cuando quieras cambiar o modificar tu menú, sin tener que volver a hacer todo este trabajo desde cero 😉
¿Ya la tienes hecha? Pues el siguiente paso será empezar a “ponerle nombre” y a concretar el tipo de alimentos y de platos para terminar de diseñar nuestro menú completo.
¡Pero eso lo haremos en la próxima clase!