
Para matar la acidez de las salsas o aportarles un punto dulce habitualmente se utiliza azúcar.
En el caso de las salsas industriales la cantidad de azúcar que se utiliza suele ser bastante elevada. Esto, entre otras cosas, hace que no sean una opción saludable.
En otro artículo hablé sobre el problema del azúcar añadido a los productos, por si quieres profundizar sobre ello.
En el caso de las salsas caseras, la cantidad de azúcar que se añade habitualmente es menor. Pero si quieres, también se puede endulzar sin azúcar ni edulcorantes con unos sencillos trucos:
- Utiliza una base de cebolla dulce
- Incorpora zanahoria, calabaza o boniato
- Añade alguna fruta seca
- También puedes usar una pizca de bicarbonato
Base de cebolla dulce
Corta la cebolla o pícala y sofríela con una cucharada de aceite hasta que quede transparente. Con esto es más que suficiente para que aporte su dulzor. Pero si tienes tiempo y quieres pocharla un poco más hasta que quede doradita, se caramelizará y aportará todavía más dulzor.
A continuación puedes seguir incorporando el resto de ingredientes que vayas a utilizar para la salsa. Como cuando preparas un tomate frito casero saludable y rápido.
Zanahoria, calabaza o batata (boniato)
Trocéalas e incorpóralas con el resto de verduras a la salsa para que se vayan cocinando todas juntas. Si tienes prisa puedes cocerlas previamente o hacerlas en el microondas, e incorporarlas a la salsa cuando ya estén cocinadas.
Ambas verduras van a aportar dulzor, pero además van a conseguir que la salsa quede más espesa, cremosa y consistente.
Y además, si hacemos una salsa con una buena cantidad de verduras, ya estamos sumando para ese componente principal de nuestro plato saludable.
Fruta seca
Cualquier fruta seca sirve para aportar dulzor a una salsa.
Pueden ser pasas, higos secos, orejones… Aunque mi preferida es el dátil. A diferencia de las otras frutas secas, el dátil no va a aportar “sabor a dátil” a la salsa, pero sí todo su dulzor.
Con añadir un par de dátiles pequeños es más que suficiente para aportar el dulzor necesario a toda una salsa.
Bicarbonato
Aunque es un truco viejo que se utiliza para matar la acidez del tomate frito, es la opción que menos me gusta.
No aporta ningún matiz interesante a la receta y además es muy fácil pasarse de cantidad. Esto puede hacer que se estropee la salsa entera.
Bueno, espero que estos trucos te sean útiles. Ahora ya tienes más recursos para hacer que tus salsas caseras sean aún más saludables, sin necesidad de añadir azúcar ni edulcorantes.
Me gustan tus propuestas. No descarto utilizarlas para contrarestar la acidez, aunque con una cocción durante más tiempo lo consigo sin añadir azúcares, sólo con la cebolla.
Cierto, sólo con la cebolla más pochadita o añadiéndole un poco de zanahoria para mi es suficiente 😉
A veces endulzo con Agave .
Hola Marina!
El ágave es similar al azúcar. Un saludo 🙂