
Todo lo que comemos repercute de forma directa en nuestra salud.
Es importante tanto la calidad de los alimentos que ingerimos, como la manera en que éstos han sido elaborados para que nos los comamos. Influyen desde el tipo de aceite utilizado, hasta la técnica de cocción empleada (asado, cocido, salteado, frito…).
Por este motivo, dejar que otros cocinen por nosotros, es depositar nuestra salud en sus manos. Y no se a ti, pero a mi no me gusta dejar mi salud en manos de cualquiera…
Cuando compramos y consumimos productos ultraprocesados, es la industria la que está cocinando por nosotros. Nuestra salud se está cocinando en una fábrica.
El objetivo fundamental de la industria es conseguir un producto rentable económicamente: Gastar lo mínimo posible en las materias primas para su elaboración y conseguir el mayor número de ventas del producto.
Esto no significa que la industria alimentaria sea un monstruo que quiera hacernos enfermar; pero nuestra salud no es su principal prioridad.
En este artículo te voy a descubrir la importancia que tiene cocinar tanto para nuestra salud como para que una estrategia de pérdida de peso tenga éxito.
Ventajas de cocinar
Hay muchas diferencias, algunas sutiles pero importantes, entre elaborar y cocinar nuestros propios alimentos o que “nos los den ya cocinados”.
Puede que nunca te hayas parado a analizarlas con detenimiento ¿Se te ocurre alguna antes de seguir leyendo? A mi se me ocurren unas cuantas:
- Puedes elegir la calidad de los ingredientes que utilizas:
- Por ejemplo: aceite de oliva virgen en lugar de aceites vegetales refinados
- Conoces su procedencia y nivel de frescura:
- Puedes comprar pollo campero o huevos de gallinas en libertad
- Escoger legumbres españolas
- O comer verduras locales y de temporada recolectadas hace dos días
- Optimizas la calidad nutritiva de tus platos:
- Más nutrientes cuanto más frescos sean los productos y cuanto menos agresivas sean las técnicas de cocción
- Menos componentes perjudiciales cuando menor sea su procesamiento
- Añades la cantidad justa de cada ingrediente que tú quieres en tu plato:
- Por ejemplo la cantidad de sal
- La cantidad de aceite
- O incluso la cantidad de endulzante en caso necesario
- Consigues platos personalizados a tu gusto:
- Llevan la proporción de cada ingrediente que tú eliges
- Utilizas las especias y aderezos que más te gustan
Cocinar mejorar la adherencia
¿Sabes cuál es la clave de que un cambio de alimentación tenga resultados y sea un éxito a largo plazo? ¡La clave está en que te guste ese cambio!
Dan igual cuáles sean los motivos por los cuáles quieres cambiar tu alimentación y los objetivos que busques. Solo los obtendrás si disfrutas del camino hasta conseguirlos. Y una vez que los hayas alcanzado, sólo podrás mantenerlos si sigues disfrutando con lo que haces.
Disfrutar del cambio es esencial para generar adherencia al mismo. Y la adherencia es la clave del éxito a largo plazo. Te acabo de descubrir el secreto por el cuál la mayoría de las “dietas” no funcionan o fracasan a largo plazo.
Entonces ¿Por qué es fundamental cocinar cuando quieres seguir un estilo de alimentación saludable? Porque cocinar permitirá disfrutar de ese estilo de alimentación y te creará mayor adherencia al mismo.
Cocinar es el único truco para conseguir que los alimentos reales te gusten tanto o más que los ultraprocesados. ¡De esta forma no los necesitarás ni los echarás en falta!
Y además, una vez que este estilo de alimentación saludable forme parte de tu vida… ¡Ya no querrás abandonarlo! ¿Para qué lo vas a dejar? No te merecerá la pena abandonar un estilo de alimentación del cuál disfrutas… ¡Puede que incluso más de lo que disfrutabas antes!
¿Cómo empezar a cocinar?
Si nunca te has metido en la cocina y casi no sabes hacer ni un huevo frito… ¡No pasa nada! Nadie nace sabiendo.
Además, cocinar no significa ser un masterchef. En realidad, lo único que necesitas es atreverte a combinar ingredientes hasta que consigas un resultado que a ti te guste. Te equivocarás, sí. Y no una, ni dos, ¡sino muchas veces! ¿Y qué? Así empezamos todos.
Además, por suerte no hace falta que empieces a hacer experimentos ni a mezclar cosas al tuntún desde cero. Puedes empezar copiando o tomando ideas de recetas como las que yo te comparto. Después siempre puedes adaptarlas y darles tu toque personal 😉
Y si quieres tener unas nociones básicas para no lanzarte al vacío, puedes echarle un vistazo al curso de introducción a la cocina saludable.
¿De dónde saco tiempo para cocinar?
Ahora que ya sabes dónde encontrar la teoría básica para empezar a cocinar y la falta de ideas ya no es un problema, seguro que lo siguiente que se te viene a la cabeza es la falta de tiempo o el dinero.
No te preocupes, porque en realidad no necesitas mucho tiempo ni mucho dinero para prepararte platos sencillos, ricos y saludables:
- No hace falta meterse en elaboraciones complejas, rebuscadas ni técnicas de alta cocina. Las combinaciones sencillas como revueltos o salteados son una buena idea para empezar a experimentar.
- Tampoco hace falta pasarse medio día en la cocina. Mucho platos rápidos son aliados geniales para el día a día ¡A nadie nos sobra el tiempo!
- También podemos recurrir a herramientas para ahorrar tiempo como usar la olla a presión.
- No necesitamos mil utensilios de cocina ni artilugios de vanguardia. Con cuatro cacharros básicos podemos hacerlo todo.
- Y, por supuesto, nos basta con materias primas e ingredientes tradicionales, aptos para todos los bolsillos. Los alimentos, superalimentos o suplementos exóticos y de precio prohibitivo son completamente prescindibles para una alimentación saludable.
En resumen: la salud empieza en tu cocina
Cocinar te permite elegir la calidad, la frescura y la cantidad de los ingredientes de las cosas que comes. Esto tiene ventajas directas sobre el valor nutricional de tu comida y sobre tu salud.
También hace que comer saludable deje de ser algo monótono, aburrido y de lo que te cansas rápidamente. Gracias a cocinar conseguirás disfrutar con esa alimentación saludable; así podrás (y querrás) mantenerla para siempre. Y éste es el único secreto del éxito.
¡No le tengas miedo a cocinar! No hacen falta grandes dotes culinarias, ni mucho tiempo ni una gran inversión de dinero. Sólo necesitas ganas, unas nociones básicas de cocina saludable, algunas ideas y mucha práctica.
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